La migración en sí es un proceso histórico y los contextos políticos, económicos y sociales de los países que forman parte de este sistema impactan en las condiciones de la población inmigrante en la actualidad. Por ello, desde Alianza por la solidaridad se fomenta la participación de las Universidades andaluzas, la sociedad civil y las organizaciones sociales, en una Red denominada “Repensando África”. Su objetivo es dar a conocer África desde una perspectiva más plural como un espacio de conocimiento, de construcción con ideas y alternativas, con el fin de combatir el desconocimiento, la desinformación y las campañas negativas de los medios de comunicación sobre África negra.
El laboratorio de género e investigaciones científicas del IFAN de Dakar, en el marco de la cooperación con la red Repensando África, organizó un coloquio con el objetivo de trabajar juntos y reflexionar sobre la temática “Familia, migración y violencias”.
El coloquio del 28 y 29 de marzo marcó un antes y un después en nuestra vida porque fue muy instructivo a nivel personal y profesional. Sobre todo a la hora de romper con los tópicos difundidos en los medios de comunicación europeos, de que África espera con los brazos cruzados que Europa resuelva sus problemas.
Nos dimos cuenta que los docentes, los investigadores universitarios, la sociedad civil y las asociaciones implicadas en la inmigración tienen la clave para un cambio social. Lo único que necesitan es que occidente cambie la mirada paternalista hacia África negra y resuelva de manera bilateral las dificultades detectadas durante los desplazamientos de personas hacia sus fronteras.
En general, la mayor preocupación de los participantes fue la desestructuración familiar observada en esta última década ocasionada por las diferentes situaciones violentas de desventaja de género en el lugar de origen, que se entrelazan hasta constituir una amenaza profunda en la vida de las mujeres y de sus hijos. Ante esto, desplazarse es la única respuesta que promete asegurar la supervivencia.
En último lugar se habló de las remesas, momento en el que los inmigrantes retornados, las asociaciones de inmigrantes y nosotros mismos insistimos sobre las dificultades que encuentran los inmigrantes a la hora de enviar o recibir dinero en sus países de acogida, algunos por falta de documentación y otros por las tasas elevadas de las empresas de envíos.
Sin embargo, aunque haya bajado de manera considerable durante la crisis, según el Banco Mundial, Senegal recibe casi un 11 % de su PIB en envío de remesas, lo que supone una contribución importante en su crecimiento económico. Estos datos deberían incitar al gobierno senegalés a firmar acuerdos con los países de acogida para garantizar y facilitar los envíos, ya que gran parte de su economía depende de la supervivencia de los inmigrantes.
En definitiva, todas las partes pidieron trabajar en redes donde se podrán hacer propuestas efectivas, y en todo caso, hacer presión para que los líderes políticos den respuestas concretas sobre esos temas tan delicados.
Autor: Charles Williams Ndeye Wade