En el marco del proyecto “Repensando África. Redes de Sur a Sur. Repensando los Derechos Globales desde las Epistemologías del Sur” la última semana de enero estuvimos en Senegal (Isabel Marín, Profesora de la Universidad de Granada y yo, Ana Gómez de Alianza por la Solidaridad) compartiendo visiones sobre las problemáticas que aborda el proyecto y solicitando la participación de los diversos actores en el mismo.
Tuvimos la suerte de poder reunirnos con CODESRIA (Centro de Investigaciones de Ciencias Sociales de África), con la CONGAD (Coordinadora de Asociaciones en Senegal), también estuvimos con el Foro Social Africano, con el movimiento Social Y en a marre. Pudimos compartir un espacio de encuentro con la ONG DIADEM y la Red Remidev, y tuvimos la oportunidad de conocer a Enda Pronat y a Enda lead Afrique Francophone.
En estas reuniones estuvimos intercambiando visiones sobre distintos temas como son la relación de las Universidades con la Sociedad Civil, el estado de la participación socio política y la gobernanza y sobre temáticas como la colonización del conocimiento, las migraciones y acaparamiento de tierras. En estos encuentros pudimos apreciar las similitudes en cuanto a las problemáticas a pesar de las diferencias existentes entre España-Senegal.
Un desafío fundamental de nuestras sociedades es la promoción de una CIUDADANÍA ACTIVA, personas que tengan una visión local de los problemas y que lo puedan comprender en un marco más global. Esa ciudadanía activa sería participativa y reclamaría al poder su condición de ciudadanía para formar parte de las decisiones más importantes. Hay que romper con la crisis de la militancia y fomentar una implicación de las personas en los problemas que son de todos y todas.
Para conseguir una ciudadanía activa, juega un papel fundamental, las escuelas y las Universidades. Desde Senegal, desde África se lucha por la descolonización del conocimiento que provoca que las personas sepan más cosas de fuera que las de su propio país o su barrio y reivindican una puesta en valor de la riqueza y propuestas que vienen del propio continente. La educación vive de espaldas a la realidad, hay que abrir las Universidades y las Escuelas a los problemas reales de la gente para que de forma creativa se puedan buscar soluciones, para que enseñen a enfrentar la vida y no solo materias. Necesitamos construir puentes entre las Universidades y la Sociedad Civil para reivindicar juntos la construcción de otro mundo posible, un mundo en el que haya menos desigualdades y más justicia.
Hay muchos problemas a los que se enfrenta el continente africano, las organizaciones están reclamando más participación no solo en lo social sino también en lo económico y en lo legislativo para conseguir justicia en el acceso a la tierra, conocer y opinar sobre la inversión en recursos naturales y tener voz en la distribución de los presupuestos. En migraciones se reivindica el derecho a la libre circulación el respeto a los derechos humanos, en particular a las personas migrantes en tránsito y se reclama una menor mediatización de la cuestión migratoria en Europa.
Conseguir unos derechos globales para todos y todas pasa por la comprensión de que vivimos en un mundo global, en el que todos somos humanos y merecemos los mismos derechos, la misma comprensión y el mismo trato.
África siempre se ha movido, se mueve y se sigue moviendo, ahora mismo destacan nuevos movimientos sociales de opinión pública que reclaman más participación y más transparencias a los gobiernos como Y en a marre en Senegal, en Burkina Fasso Balai Citoyen, en República Democrática del Congo Lutte pour le Changement.
Queda mucha red que tejer, mucho trabajo por hacer, pero hay mucha gente dispuesta a hacerlo posible.