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Hazte Sentir. Ritmos africanos como nexo de unión para la población en Granada

El día 23 de febrero se celebró en La Fuente de las Batallas la actividad “Hazte Sentir”, donde un grupo de percusionistas senegaleses, Roots African Percussion, tocaron sus djembes con el objetivo de hacer transmitir a la comunidad granadina su música y que se uniese a ella.

El sonido de los djembes captó la atención de la gente que paseaba, los niños miraban con suma curiosidad los instrumentos de percusión y se animaban a tocar. Gente de todas las edades se iba aglutinando hasta formar alrededor de los percusionistas un anillo humano que, atraída por la música, se animaba a ver el espectáculo y se dejaba llevar por el ambiente llegando incluso a bailar.

Foto artículo 1

A escasos metros de donde se producía el jolgorio, había una mesa adornada con la bandera de Senegal y, encima de ésta, un elemento tan inocente como es una cartulina y un montón de rotuladores de colores con los que poder expresar con plena libertad lo que se siente que llevaba a niños, adultos y mayores a participar.

Durante hora y media se vivió un momento de convivencia donde se podía apreciar que, amén de la nacionalidad, la cultura e incluso la edad, la música nos unía y dichas diferencias se disipaban. Que había sentimientos y emociones fuertes que nos llevaban a ver que teníamos cosas en común.

La gente iba parándose, curiosa de aquello que se estaba fraguando en nuestra bella ciudad. Se veía vida en los ojos de todos los que, valientes, se acercaban al centro del corro para sacar lo que su cuerpo les pedía, moverse al son de los tambores. Y esa sensación ancestral que retumbaba en el interior de los cuerpos, se transmitía al resto de granadinos y granadinas.

La jornada acabó con unas palabras para recordarnos que vivimos en comunidad, y la importancia de encontrar aquello que nos une como seres humanos, visibilizando que la diversidad es un bien común humano, y debemos aprender a sacarle el máximo provecho.

Autores/as: Alba Casado Martín, Elena Pimentel de Maqua, Gabriel Botía Morillas, Jorge Min Hui Zhou Zhou, Marcos García García, Ahmed Diagne, María Victoria Pérez Cordi, Miguel Rodríguez Peña, Tamara Zamora Hernández

Artículo Claudia 2

Mirando al futuro con esperanza

Nunca pensé que en tan poco tiempo pudiera recibir tanto. Esa es la frase que resume mi primer viaje a Dakar y al continente africano. Todo el equipo que formamos la delegación andaluza en las jornadas nos volvimos con la sensación de estar repletas. De información nueva, de sentimientos de lo más diverso y de energía positiva para continuar trabajando en un proyecto por un mundo más justo con todas las personas, con más amor. Las jornadas en la Universidad Cheikh Anta Diop sobre migraciones, familia y violencia fueron, desde el punto de vista científico y personal, increíblemente enriquecedoras y quedé muy sorprendida por la participación tan apasionada y pertinente de todas las presentes pues no es algo que esté acostumbrada a presenciar en las aulas y seminarios sevillanos, desafortunadamente.

Pero sin duda, el momento más entrañable del viaje fue la visita a la casa de Madame Ndèye Dagué Guèye y Monsieur Yatma Fall. Uno de nuestros cometidos del viaje era contactar con organizaciones de la sociedad civil senegalesa para invitarlos a participar de la Red Repensando África, que da origen a esta experiencia y conseguimos el contacto de esta pareja gracias a Ibrahima Diop, mi amigo y nuestro apoyo principal en la ciudad. De un día para otro consintieron en recibirnos en su casa y nada más y nada menos que ¡a las 9 de la noche! Es verdad que Dakar es una ciudad muy activa aún a estas horas, pero no es menos cierto que invitar a ocho desconocidos a tu casa a esas horas con las agendas que tienen no deja de ser sorprendente.

Ndèye Dagué Guèye es la presidenta del Comité de Mujeres de la Federación Senegalesa de Asociaciones de Personas Discapacitadas. Pero este título dice poco comparado con cómo es en realidad el trato con ella. La forma dulce y detallada de hablar de la señora Dagué contándonos las experiencias vitales que le hicieron ser la mujer que es ahora, cómo ha ido construyendo su vida a base de enfrentarse a los prejuicios de ignorantes, nos tuvieron embelesadas durante dos horas y nos dejaron con ganas de saber mucho más. Es sorprendente las ganas de continuar luchando por los derechos de todas las personas, pero en concreto de las mujeres discapacitadas en una ciudad dónde la accesibilidad brillaba por su ausencia muy a las claras. La capacidad de resistencia, unida a la esperanza y disposición de quien ha ido registrando logros en el tiempo, era evidente en cada frase que casi nos dictaba. Su interés por qué cosa le podían proponer esos ocho desconocidos y su agradecimiento por contar con ellos para continuar sus proyectos en conjunto me fascinó y me llenó de buena energía para seguir adelante con los míos propios.Artículo Claudia 1

Y no quiero dejar de mencionar a nuestra compañera Esperanza Jorge. Su exposición, así como la proyección de su documental fueron de las partes más duras del viaje, sin duda. La realidad de las mujeres víctimas de trata te descompone por dentro como ser humano…y eso siendo una mera espectadora de tercera. Me descompuse en llanto, pero al mismo tiempo me llegaron incluso más profundo que el sufrimiento las ganas y la esperanza que ella, y todas las compañeras que aun no estando presentes físicamente, se sentía que de algún modo la acompañaban,de que esa situación puede cambiar si todas las personas colaboramos de alguna manera.

Y esa actitud es la que me llevo de todo este viaje. De personas que aun sufriendo, o siendo testigo y fiel escriba de tan diversos sufrimientos sigan sonriéndole a la vida, mirando el futuro con esperanza y con fuerza para batir los retos que se planten por delante, abriéndole los brazos sin miedo a todo el que quiera colaborar en sus luchas, aunque sea con un mínimo gesto, que te devuelven con todo el agradecimiento del mundo.

Autora: Claudia Domínguez Navarro

Artículo Marta 1

He soñado con personas negras

Creo que fue la prueba perfecta para darme cuenta de la medida en que desde el día a día en el Sur, en España, contamos con la diversidad étnica como parte de nuestras vidas.

Hace falta poner a prueba la creencia del antirracismo desde la falta de cotidianeidad blanca con aspectos raciales. Somos “antirracistas” pero no contamos con espacios en los que conviva la diversidad étnica, más bien, queremos ser antirracistas, pero encontramos el cómo serlo. Durante los pocos días en los que nos sumergimos en la realidad negra colonializada, mirar dolía, incomodaba; mirar a los ojos entendiendo que la piel era un símbolo jerárquico, y que tú, por el hecho de viajar para conocer aquella realidad con la alegría del turismo blanco, estabas en un sitio donde ni pertenecías tenías que sentirte bienvenido, sino ser consciente. Mirar los anuncios de las pancartas con mujeres de piel despigmentada y pelo liso, mirar a la gente que te mira por salir a la calle en camino a otro destino, cuando para ellos, la calle era por sí misma un destino, ver el no estrés ni la prisa, quizás porque su tiempo no tiene el mismo valor que el nuestro: el económico, sino otro tipo de valor, ¿decimos que perdemos el tiempo porque perdemos (o dejamos de ganar) dinero?

Artículo Marta 2Sus normas de tráfico, son el ejemplo perfecto de lo que ellos son con respecto a Occidente, tienen asfalto y caminos arenosos, y líneas que marcan carriles, semáforos, y señales de tráfico, pero no son más que un escenario, un escenario que transgreden con una forma de organización propia, la suya, en la que no se gritan ni se insultan a pesar de que parezca que va a haber un accidente en cualquier momento, ni el claxon les molesta, porque lo han convertido en una herramienta de comunicación, y todo esto, les funciona. Como escribí tras uno de nuestros muchos recorridos en taxi: “las normas occidentales son un intento fallido de tratar de imponerse a su estilo de vida que ya funciona por sí mismo”. No pretendo mostrar una imagen romantizada de un viaje de cinco días de una recién graduada y entusiasta que llega de Europa a África, pero mi experiencia lo es.

¿Es necesaria la deconstrucción mutua? En las muchas ocasiones en las que mi rasgos occidentales me hicieron sentir incómoda, me cuestioné si esto me pasaba exclusivamente por un sentimiento de culpa que traía de casa, o por lo que percibía del exterior. Es claro que las personas occidentales necesitamos deconstruirnos para ser conscientes tanto de nuestros privilegios normalizados como de las formas de opresión que llevamos interiorizadas, pero para conseguir una relación que permita el intercambio horizontal (que no igualitario), puede que sea necesario encontrar un equilibrio en el que no predomine el ideal de progreso y buena vida de Occidente, ni el de inconsciencia de la supremacía blanca, sino más bien un punto de partida en el que se sepa de manera mutua que somos conscientes (en algún grado) de nuestro privilegio y que no lo deseamos, sino que sentimos rabia, impotencia, vergüenza, culpabilidad y frustración, y es necesario convertir todo esto en cambios. Ojalá tuviésemos más en cuenta las similitudes, como dijo uno de los artesanos del mercado local de Dakar “Les spagnol sont les Africans de l’Europe”.

 

Autora: Marta Cruz Gómez

Artículo Jorge 1

Yo quiero que te quedes

Es curioso ver las opiniones que discurren en un congreso sobre migración, cuando la visión que escuchas y debates no es la de Occidente. Tres fueron mis primeras sensaciones. La primera, que no tenía mucho que aportar, pues notaba que los ahí presentes sabían perfectamente de la situación que dejaba sus países sin sus jóvenes promesas. La segunda, el fuerte peso de la opinión de las mujeres ahí presentes, la cual portaban con naturalidad y decisión. La tercera, que se habían tornado los roles, y era África la que tenía mucho más que decir que Europa con respecto a este tema.

Artículo Jorge 3

Nos reunimos la última mañana en uno de los foros del congreso, y se hizo una síntesis del proceso migratorio. Es de recordar que es un asunto crucial para la transición a un futuro sostenible. Se estima que para 2050 haya 3000 millones de personas más sobre el planeta, y habrá un mayor flujo de migrantes, muy relacionado con las cuestiones de paz, seguridad, venta de órganos, trata de personas y drogas.

Sin embargo, la Europa actual solo distingue dos tipos de inmigrantes:

  • Uno con dinero y recursos, que es capaz de acceder a las facilidades que proporciona el país de acogida, y que sin embargo, no se libra del racismo de la sociedad que lo acoge. Cabe mencionar que estas visas cuestan 4 millones de francos, es decir, más de 6000 euros.
  • Otro que debe de buscar formas alternativas, más peligrosas, sin garantías, para llegar a un destino que espera más favorable, pero que al llegar, lo trata de criminal, y lo esconde tras un número, quitándole toda identidad más allá de inmigrante.

Cada nueva aportación enriquecía el discurso generado en el foro.

“El peligro está en pensar que la solución la hallaremos en el Norte”. Con este comentario, se vislumbró el problema entrañado en la propia concepción que tienen los propios senegaleses de sí mismos y de Occidente. Es por ello que se da un enorme éxodo de estudiantes, que aspiran a hacer un intercambio en universidades francesas, españolas o italianas, y por ello, eligen como tercera lengua uno de esos idiomas, desprestigiando, inconscientemente, la cultura propia. Las mismas autoridades del país son cómplices de esta partida, pues no se tiene en estima lo generado dentro del país. Nos contaban cómo un título francés contaba mucho más en el currículum que uno senegalés, por el simple hecho de considerar que el conocimiento impartido en estos países es superior.

Artículo Jorge 2

No nos fuimos con las manos vacías. Si existen problemas, también son necesarias las soluciones, y este animoso grupo dio varias claves para comprender el quid de la cuestión.

“Es necesaria una revolución epistemológica”. Para ello, el papel clave, la educación. Educación para ser capaces de valorar la cultura y los recursos propios; educación para hacer prosperar tu país y darle peso a lo que se sale de la norma occidental; educación para ser autosuficientes, y poder comprender que somos interdependientes. Educación para hacer florecer la economía del país.

Así, pudimos concluir que debemos de luchar por el mundo de la diversidad, el mundo de la riqueza compartida, y no el de la riqueza expropiada.

 

Autor: Jorge Min Hui Zhou Zhou

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¿Fronteras? Depende para qué.

No es la primera vez -y me temo que no será la última- que confrontaré opiniones con alguien sobre el tema fronterizo. He escuchado comentarios del tipo “Las fronteras están para respetarlas” o “¿Qué pasaría si vinieran oleadas de migrantes a España?”. Este tema ha supuesto para mí en ocasiones un quebradero de cabeza porque había algo que no encajaba: ¿por qué migra la gente actualmente? Y me respondían que a causa de la pobreza. Una condición que quedaba naturalizada en su discurso para ciertas áreas geográficas del planeta (¡como si la escasez de recursos económicos estuviera intrínseca y naturalmente vinculada a eso que llamamos África o Latinoamérica!). Si tiramos del hilo para arrojar un poco de luz sobre las condiciones materiales que sustentan estos movimientos forzados de personas, nos encontramos con formas extractivistas de explotación, situaciones de inseguridad alimentaria, conflictos armados o difíciles coyunturas debidas al cambio climático, entre otras.

Durante las Jornadas África Activa de Dakar tuvimos la suerte de establecer contacto con diversas asociaciones senegalesas y personas que trabajan en ellas. Una de ellas era miembro del Comité Nacional de Diálogo Social sobre la Pesca, Acuicultura y Recursos Offshores de Senegal (CNDS-PAH). En la actividad pesquera es en la que me voy a centrar en el presente artículo.

La pesca es una de las principales actividades de subsistencia en Senegal. Este país, con una extendida tradición marítima, genera entre 500.000 y 600.000 puestos de trabajo según estimaciones (Rodríguez, 2018; Fernández, 2019). De hecho, la teoría más aceptada del origen del nombre Senegal es la que afirma que procede del wolof “sunu gaal”, cuya traducción sería “nuestra canoa”.

De cualquier modo, el extractivismo pesquero por parte de buques europeos en aguas senegalesas -principalmente españoles y franceses- conlleva un grave impacto ambiental y socioeconómico. Por un lado, la sobreexplotación de los ecosistemas marinos reduce la biodiversidad de la zona, poniendo en peligro la sostenibilidad de esta actividad esencial para la subsistencia de los senegaleses. Por otra parte, el incremento de las dificultades para competir con las formas de pesca masiva no tradicionales tiene un grave impacto para los niveles de desempleo en este sector y, preocupante también, sobre la seguridad alimentaria en un país donde el 70% del aporte proteico depende del pescado. En este contexto, a muchos senegaleses no les queda más remedio que migrar.

Esta situación está sostenida jurídicamente en el “Acuerdo de colaboración de pesca sostenible entre la Unión Europea y la República de Senegal”, que entró en vigor en 2014 y cada cinco años debe ser ratificado. Este acuerdo bilateral -el gobierno senegalés también participa de esta actividad extractiva- regula las condiciones y contrapartidas financieras de los pesqueros europeos en aguas senegalesas. En el plano económico cabe destacar que supuso una entrada de 13.930.000 euros para el estado senegalés (desglosado en el Artículo 3 del Protocolo), así como que los cánones por exceder los límites de la cantidad de pesca permitida son irrisorios (Artículo 3.5 y 3.6 del Protocolo). ¿Las retribuciones económicas de los estados europeos se traducen realmente en mejoras en las condiciones de vida de la población o favorece el mantenimiento de esta relación de dependencia Norte-Sur?

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Si bien es cierto que la mayoría de los alimentos pesqueros se quedan en el continente africano (un 69% según datos del ICEX), las partidas arancelarias de exportaciones a España aumentan año tras año, como se puede observar en el gráfico inferior. Y ya no es solamente que el destino del alimento sea uno u otro, sino que los medios de obtención del mismo queda poco a poco en manos de grandes empresas transnacionales, arrebatando a los locales -en este caso, a los pescadores- la soberanía alimentaria de la comunidad.

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Teniendo en cuenta estas pequeñas pinceladas de las dinámicas de extracción pesquera en Senegal por parte de Europa -también de barcos surcoreanos y chinos- querría destacar dos conclusiones. En primer lugar, la mayor parte de las migraciones actualmente son movimientos forzados de personas motivados por una situación de vida insostenible en los lugares de origen. En ese sentido, tanto los estados europeos como africanos participan como agentes reguladores del flujo de personas en función de las necesidades del mercado de trabajo global. Normalmente las personas migrantes, debido a una situación de vulnerabilidad estructural, son manos de obra barata que explotar. Por ello, cuando hablamos de fronteras debemos plantearnos que existen límites administrativos para personas pero, ¿y qué pasa con los recursos expoliados que circulan “libremente” por el mundo (alimentos, minerales, petróleo, gas…) y cuya extracción está a la raíz de las situaciones de pobreza?

Por otro lado, deberíamos tomar consciencia como consumidores de las implicaciones que tiene nuestro consumo: comprobar la procedencia de lo que consumimos y tratar de reducir la cantidad. En definitiva, desarrollar alternativas de mercado local y economías sostenibles (como el decrecimiento) quizás puedan ayudar como contrapeso a estas dinámicas capitalistas. Para que en una parte del planeta podamos existir de una forma, en otra hay personas despojadas de las condiciones básicas para vivir o de la vida misma.

Autor: Francisco Rabasco González

Cartel mujer togolesa

Paralelismos en la vida de una mujer en Togo y una mujer en Andalucía

En el marco del curso “Repensando África. Epistemologías del Sur”, llevamos a cabo como trabajo grupal la puesta en marcha de una campaña de comunicación sobre las mujeres togolesas en Togo. Tras un debate en el grupo, y gracias a las aportaciones de nuestra compañera togolesa, nos hicimos la siguiente pregunta que motivó la temática de la campaña: ¿es tan diferente la vida de una mujer en Togo de la vida de una mujer andaluza? Entendemos que las reflexiones generadas alrededor de esta cuestión pueden llevarnos a estrechar lazos entre ambas realidades y visibilizar los aspectos que nos unen, más que mostrar los que nos separan. Así, damos un giro a cómo se cuentan las realidades de África y dónde se ponen los acentos.

Actividad mujer togolesa 1

Los objetivos de la campaña son acercar las realidades de la mujer togolesa; visibilizar y concienciar sobre las similitudes entre las mujeres togolesas y españolas; y dar a conocer el país, Togo, junto sus tradiciones, cultura, formas de vida.

La metodología llevada que hemos utilizado para la puesta en marcha de la campaña ha sido la difusión de fotografías y texto a través de diferentes redes sociales, pero especialmente a través de Instagram debido a su actual impacto. El acto principal ha sido la charla “Miradas encontradas: acercamiento a la realidad de la mujer togolesa”, protagonizada por nuestra compañera Akloté Sokoum (Socióloga, con máster en Gerontología) y nuestro compañero Rodrigo García (Trabajador social). Las dos estudian actualmente el máster en Cooperación al Desarrollo, Gestión Pública y de las ONGDs de la Universidad de Granada.

Hicimos la difusión de la misma a través de Instagram y cartelería, celebrándose la charla el jueves 21 de febrero en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Durante la misma se colgaron fotografías, textos y vídeos para que pudiera llegar a un público más extenso. Los temas que Akloté y Rodrigo trataron durante la exposición fueron diversos tras contextualizar el país y su actual situación. Akloté hizo un repaso a la larga lista de tareas cotidianas de las mujeres togolesas -que bien podría extenderse a la mayor parte de mujeres africanas-; enumeró el trabajo de las mujeres en los mercados y también algunas diferencias con la cotidianidad de las mujeres que viven en el medio rural. Por supuesto, nos habló de los bailes, las canciones, comidas y colores que caracterizan a las mujeres togolesas.

También tocaron otros temas como la viudedad, la situación de las mujeres mayores, la falta de agua y saneamiento, entre otros temas, como el trabajo doméstico antes y después de la escuela que ejercen las niñas. Este último punto suscitó un debate entre las asistentes, puesto que comentaron que se trataba de explotación infantil, a lo que Akloté respondió desde su voz en primera persona describiendo la realidad de las niñas togolesas que van a recoger leña, carbón, o limpian los platos y las ollas.

Por último, comentar otra de las reflexiones que se dieron en la charla: los feminismos, apuntando así que el feminismo desde el que trabajan las mujeres blancas y occidentales no representa a las mujeres africanas, por eso ellas tienen sus propias luchas feministas, que parten de sus valores culturales.

Todas nos fuimos a casa sabiendo un poco más sobre las realidades de las mujeres togolesas y, por supuesto, acercándonos más a ellas.

Actividad mujer togolesa 2

Autores/as: Rocío Cabalga Álvarez, Andrea Martínez García, Andrea Jiménez Rodríguez, Rodrigo García Casas, Antonio Nieto Sarmiento, Rocío González Rey, Akloté Sokoum

 

Foto Artículo Infancia 1

Repensando la cartografía Africana con la infancia granadina

Foto Artículo Infancia 2La actividad propuesta para el curso de repensando África se desarrolló dentro de un conjunto de jornadas los pasados 18 y 31 de enero y 13 de febrero en el colegio Gómez Moreno del Albaicín. Los/as niños/as de educación primaria tuvieron la oportunidad de elaborar una cartografía en construcción sobre África como parte de un proceso de acercamiento de este espacio a la infancia granadina.

En la primera jornada realizamos un diagnóstico acerca de los estereotipos y conocimientos que se dan en el imaginario colectivo de los/as más jóvenes respecto al continente africano, ideas que se vieron reflejada en la elaboración de un primer mapa, que recogía palabras como “pobreza”, “falafel”, “calor”… En base a este primer diagnóstico comenzaron a elaborar ellos/as mismos/as preguntas que plantearían a los miembros de la asociación Wilaya Diáspora por la Paz y la No Violencia en la segunda jornada de trabajo. En la misma, algunos miembros dieron respuestas de primera mano a los interrogantes que los/as niños/as habían planteado. Percibimos un viraje respecto a las opiniones iniciales a través de la problematización de los prejuicios que se reproducen sobre África. La creación de un espacio de convivencia fue esencial para deconstruir estas ideas recogidas en el imaginario colectivo. La última jornada, de nuevo en el colegio, sirvió para poner el broche final a la actividad y recoger la experiencia y aprendizaje que se habían producido durante la jornada anterior en la asociación. Los/as niños/as elaboraron otra cartografía en construcción sobre África basados en tres ejes: economía y recursos, vida cotidiana y migraciones. Finalmente procedimos a la comparación entre el primer mapa elaborado y el último para detectar ese poder transformador de la acción social directa de las actividades que se habían organizado.

Foto Artículo Infancia 3Encontramos en este proyecto un ejemplo de actividad necesaria para el desarrollo con colectivos infantiles. Es indispensable dibujar y trazar nuevas líneas de horizontes subjetivos a través de la narración de las historias calladas, invisibilizadas y subalternizadas. La metodología colaborativa nos resulta igualmente esencial para producir un conocimiento colectivo, ya no solo desde lo abstracto sino de las experiencias concretas y aterrizadas. Además permitió un aprendizaje colectivo tanto por parte de la comunidad escolar como por parte de los/as facilitadores/as de la campaña.

Autores/as: Kitti Baracsi, Serigne Cheikh Diop Kane, Gonzalo Aday Espinosa Valdivieso, Laura Gea Toro, Marta Ruffa, Francisco Rabasco González, Boris Todorov Zdravkov Stoyanov

 

 

 

 

 

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